De común acuerdo con los titulares de derechos (autores, compositores y artistas intérpretes), el gobierno camerunés decidió recientemente crear una cuenta corriente especial que permite a los usuarios de derechos de propiedad literaria y artística abonar el pago de los cánones debidos, que posteriormente se traspasan a las organizaciones de gestión colectiva competentes.
Por su parte, las autoridades portuarias de Duala, que hasta entonces se habían negado a efectuar cualquier pago en concepto de derechos de autor o derechos conexos, decidieron súbitamente abonar estos derechos al anterior equipo directivo de la Cameroon Music Corporation, organización que en la actualidad carece de facultades jurídicas para recaudarlos. Para expresar su disconformidad con esta violación de las disposiciones gubernamentales, los artistas informaron regularmente al prefecto de su intención de llevar a cabo una marcha de protesta.
Así, el 8 de noviembre de 2012, el sindicato camerunés de músicos (SYCAMU) organizó una manifestación pacífica. Por orden del delegado general de seguridad nacional, se desplegó un dispositivo de seguridad compuesto por cientos de policías, gendarmes y miembros de las fuerzas de élite ESIR que reprimieron con violencia la protesta. Más de quinientos artistas, entre ellos la cantante Anne-Marie Nzié de 85 años de edad (foto), fueron empujados al suelo, agredidos y vapuleados como si de viles delincuentes se tratase. Sesenta y tres de ellos permanecieron detenidos durante siete horas sin que se formulase ningún cargo en su contra.
Varios responsables de SYCAMU fueron víctimas de malos tratos y siguen sintiéndose amenazados. En especial, Roméo Dika, presidente de SYCAMU y vicepresidente de la FIM, al que algunos medios acusan de haber intentado instigar un levantamiento, lo que podría acarrearle una condena a cadena perpetua o incluso la pena de muerte.
Hacemos un llamamiento a los músicos de todo el mundo y sus sindicatos para que exijan al Presidente de la República de Camerún, Paul Biya, que garantice la seguridad de los artistas e imponga el respeto de las disposiciones que él mismo introdujo para proteger los pagos a los que tienen derecho.