Con motivo de la 7ª Conferencia de las Partes y del Foro de la Sociedad Civil de la Convención de 2005 (París, 4 – 7 de junio de 2019), la Secretaría de la UNESCO y el embajador de la Unión Europea ante la UNESCO presentaron el proyecto UE/UNESCO de un Banco de Expertos para reforzar los sistemas de gobernanza cultural en los países en vías de desarrollo.
Este dispositivo, creado en 2010 y financiado por la Unión Europea, persigue un doble objetivo:
– Reforzar las capacidades de aplicación de la convención mediante la creación de un banco de expertos en los ámbitos que engloba la convención: las industrias culturales y todas las políticas y medidas relativas a los artistas, las industrias culturales y los bienes y servicios culturales.
– Apoyar la aplicación nacional de la Convención de 2005 a través de la identificación de lagunas en las políticas del sector de las industrias culturales de los distintos países en vías de desarrollo.
Para el período 2019 – 2022, se ha seleccionado a cuarenta y dos nuevos expertos internacionales que han insuflado al Banco de Expertos una mayor diversidad, tanto desde la perspectiva de su experiencia como de la representación geográfica. Así, el Banco estará formado por un grupo de 26 mujeres y 16 hombres de 35 países, procedentes de sectores vinculados a la gobernanza cultural y a otros ámbitos, como las tecnologías digitales, la diversidad mediática, el comercio, la igualdad entre hombres y mujeres, la libertad artística y la condición del artista.
Siempre y cuando sean beneficiarios de la asistencia oficial para el desarrollo y figuren en la lista del Comité de Ayuda al Desarrollo de la OCDE, todos los Estados Partes de la Convención de 2005 podrán optar a este dispositivo
Estos expertos brindan su experiencia y apoyo para el aprendizaje entre iguales con miras a la preparación, adaptación y/o aplicación de marcos regulatorios para las industrias culturales y creativas; al refuerzo de las competencias y las capacidades para contribuir a la elaboración y aplicación de una política cultural a largo plazo; y a la creación de mecanismos entre iguales destinados a reforzar las capacidades institucionales de las industrias culturales y creativas mediante actividades organizadas en el marco de una cooperación Sur-Sur.
Siempre y cuando sean beneficiarios de la asistencia oficial para el desarrollo y figuren en la lista del Comité de Ayuda al Desarrollo de la OCDE, todos los Estados Partes de la Convención de 2005 podrán optar a este dispositivo. Durante el período 2010 – 2015, trece países de Asia, África y América Latina dispusieron de acceso al mismo. Georgia y Zimbabue se cuentan ya entre los beneficiarios del período 2019 – 2022 y, dado que no se ha fijado un plazo máximo, cualquier estado que cumpla los requisitos podrá remitir su candidatura a la UNESCO.
Entre los aspectos importantes que conviene tener en cuenta, cabe reseñar que:
– Los proyectos presentados por los Estados Partes de la Convención deben contemplar una participación activa de la sociedad civil;
– Puede solicitarse una intervención sectorial –por ejemplo, exclusivamente en el sector musical– o transversal y abarcar temas como los derechos de la propiedad intelectual, la condición del artista o el trabajo digno en el sector cultural.
La UNESCO invita a las organizaciones de la sociedad civil –incluidos los sindicatos de músicos– a que se dirijan a sus gobiernos para alentarlos a que presenten las candidaturas de sus países en el marco de este proyecto.